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9. Obituario por  Mario Armando Luna, Médico Patólogo del MD Anderson, Houston. Miembro del Comité Científico del ICIC.

Foto 67.22 Nicolás Diaz Chico (i) Jorge Garcia Tamayo, Mario A Luna (centro), Eduardo Blasco y Alberto Ayala (d)

Foto 67.22 Nicolás Diaz Chico (i) Jorge Garcia Tamayo, Mario A Luna (centro),  Eduardo Blasco y  Alberto Ayala (d)

Nuestro querido amigo Mario Armando Luna ha fallecido el día 9 de noviembre en su ciudad adoptiva, Houston, Texas. El Dr Luna deja un inmenso legado científico, con más de 250 publicaciones internacionales. Deja también un inmenso vacío, muy difícil de llenar, pues se ocupaba de decenas de pacientes españoles y latinoamericanos que acudían a tratarse de cáncer en el Hospital MD Anderson Cancer Center. Y deja, sobre todo, una inmensa tristeza entre los incontables científicos, y amigos de toda condición, que tuvimos el privilegio de tratarle y disfrutar de su chispeante conversación y de su contagiosa alegría.

Mario Armado Luna nació y creció en Guadalajara, con su hermano Alejandro. Ambos hermanos se educaron con los padres jesuitas en el Instituto de Ciencias. El joven Mario Armando se interesó por las corridas de toros y por el fútbol. Esta última afición la mantuvo toda su vida entrenando un equipo de niños de un barrio humilde de Houston hasta hace muy poco tiempo.  En bachillerato sus compañeros lo apodaron Pitusa por ser un tipo simpático y de una especial curiosidad.

Mario Armando había decidido hacerse sacerdote y fue aceptado para ingresar en el Noviciado de la Compañía de Jesús, pero cambió de parecer e ingresó en la Escuela de medicina para hacerse médico. Estudió su carrera de Medicina en la Universidad Autónoma de Guadalajara, en Jalisco, Mexico. Su simpatía y su capacidad innata de organización le llevaron a ser Presidente del Centro de Estudiantes de Medicina y posteriormente Presidente de la Federación de Estudiantes de Jalisco. Luego sería cofundador de la Asociación Nacional de Estudiantes de Medicina de México, de la cual posteriormente también ocuparía la presidencia. Se graduó como Médico en la Escuela de Medicina el año 1961 con el promedio más alto de toda su promoción.

El Dr Mario Armando Luna inició su entrenamiento en Patología en su ciudad natal, Guadalajara, bajo la conducción del Dr Demetrio Sánchez. Su vida cambiaría cuando su mentor, el Dr. Héctor Márquez Monter profesor de Patología se trasladó a la ciudad de México y Mario Armando decidió acompañarlo e ingresar como residente en Patología en la Unidad de Patología del Hospital General de la Universidad Nacional Autónoma de México. Como médico residente fue cofundador de la Asociación Mexicana de Residentes de Patología.

Tras dos años de entrenamiento, le recomendaron viajar a los Estados Unidos para completar su entrenamiento y se fue a Chicago, Illinois, donde pasó a ser Residente de Patología del Hospital Cook County de esa ciudad. En 1964 fue distinguido con una beca para continuar su Residencia en Patología Quirúrgica en la Universidad de Texas en el MD Anderson Cancer Center (UTMDACC) en Houston. Al finalizar la beca, el Dr Luna ingresó como Profesor Asistente de la UTMDACC. Pronto también pasaría a trabajar como Patólogo en la Escuela de Odontología de la Universidad de Texas donde enseñaría patología a los estudiantes de Odontología de esa Universidad. En 1968 fue nombrado director del Servicio de Autopsias del UTMDACC. Alcanzaría el rango de Profesor Titular en la Escuela de Odontología de la UTMDACC donde continuaría su labor, y, a pesar de haberse jubilado formalmente desde el mes de agosto del año 2002, continuaría como profesor a tiempo parcial en la UTMDACC.

El principal interés del Dr Luna fueron los tumores de cabeza y cuello, las enfermedades infecciosas y los cambios histopatológicos provocados por las drogas antineoplásicas. Fue autor y coautor de más de 250 publicaciones científicas y escribió más de 30 capítulos de libros sobre una gran cantidad de tópicos en Patología. Muy temprano en su carrera como patólogo, publicó un par de artículos que son de gran importancia para comprender la patología del adenocarcinoma de la vejiga urinaria y los sarcomas testiculares. A comienzos de la década de los años el Dr Luna describió magistralmente los cambios de fibrosis pulmonar inducidos por la Bleomicina.  En los años 80, al comienzo de la epidemia de SIDA, el Dr Luna realizó todas las autopsias de los pacientes de su hospital que murieron de dicha enfermedad. Sus certeras descripciones constituyen un clásico en la Patología del SIDA. Pero ha destacado sobre todo en sus certeras descripciones y atinados diagnósticos en cáncer de cabeza y cuello, por los que es reconocido como una autoridad mundial.

Ha sido miembro de los comités editoriales de numerosas revistas científicas internacionales. Ha sido co-editor de la serie Avances en Patología, que son libros de referencia en numerosos laboratorios de Patología de Latinoamérica y España. 
El Dr Luna tuvo una incansable actividad de promoción de la ciencia latinoamericana, y de sus jóvenes valores, a quienes apoyó para ocupar puestos relevantes en  departamentos de Patología de muchas universidades y hospitales de Norteamérica. Fruto de ello son numerosas condecoraciones como la Medalla al Mérito Cultural de México, la Cruz Nacional de Sanidad de Venezuela, o el haber sido nombrado miembros de numerosas academias científicas de Argentina, México, Venezuela, Chile, Brasil y España.

Mario Armando comenzó a relacionarse con Canarias en 1999, llegando de la mano de Eduardo Blasco Oleatxea, médico que ejerce en Fuerteventura.  Contribuyó a la creación del Instituto Canario de Investigación del  Cáncer, y ha sido miembro del Comité Científico desde su fundación, por lo que éste le  concedió el Premio Atlántico de Investigación del Cáncer en 2005.
La última vez, de la decena de veces que visitó Canarias,  fue con ocasión de la IV Conferencia Atlántica de Patología Molecular celebrada en Fuerteventura el pasado mes de junio.  En esa ocasión, como en otras anteriores, le acompañó un elenco de patólogos latinoamericanos que representan la continuidad de su trabajo a favor del ICIC para los años venideros.

Gracias, Mario Armando, por tu generosidad y por tu afecto. Gracias por indicarnos cuales son los pasos estratégicos que debería dar la investigación del cáncer en Canarias para ponerla en el nivel que tú mismo habías alcanzado. 

Instituto Canario de Investigación del Cáncer
(Publicado en La Provincia, 14 de noviembre de 2008)

 

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